por Lic. Isabel Valla de Domenech

Durante la Jornada de Introducción a los Vínculos analizamos el video “Adam” de Peter Lord, para pensar la incidencia de lo intersubjetivo y del entorno en la estructuración subjetiva. En la construcción psíquica es importante tener en cuenta lo propio, lo intrapsíquico de cada sujeto, ya que es inevitable que la representación del otro se construya (en parte) en base a datos del mundo interno. Según Renée Kaës la palabra sujeto refiere a “lo que está atado, ligado al inconsciente y al grupo.” 1

El ser humano nace del encuentro entre dos, de un vínculo, y es recibido por un contexto que lo precede. Esto se representa en el corto por la conjunción de la mano y la tierra que fecundan y posibilitan la creación de un nuevo ser. El niño cae a la tierra, mostrando su falta de recursos, debido al estado de prematurez en el que nace.

El mundo vacío patentiza el desamparo del personaje, la ausencia de recursos propios muestra la necesidad de sostén y apoyo de un otro auxiliar, que le permita continuar con su existencia. Al nacer todos necesitamos de un entorno que nos contenga y haga posible la supervivencia. Este entorno que recibe y da pertenencia, también tiene sus pautas y normas, aquello estipulado como lo permitido y lo prohibido, un modo de establecer el contacto. Todo esto deja marcas que contribuyen en la estructuración psíquica. La mano en el video que señala, que sostiene y prohíbe, podría representar que aquello que apuntala al niño lo sujeta a una cultura. El niño en tanto sostiene aquello estipulado colabora en la continuidad del contexto con sus modalidades y mandatos. Así se manifiesta el contrato narcisista al que refiere Piera Aulagnier.

La construcción de la cultura

El ser humano en su evolución pasa por diversas etapas, así lo ha sido desde su existencia en la tierra. Uno de los logros en el desarrollo del ser humano que destaca Freud en el “Malestar de la cultura”, es el logro de la posición erecta. La bipedestación determinó una importante modificación biológica. Con el predominio del olfato, en la posición anterior, la atracción sexual era guiada en el macho por la periodicidad de la menstruación. Al lograr la bipedestación, fue relegado el olfato y empezó a predominar la vista, y con los genitales a la vista la atracción sexual fue continua. Este hecho incidió en la construcción primitiva de la familia, en tanto le proveía al varón la disponibilidad permanente del objeto y a la mujer lograr proteger a la prole.

Pero la construcción de la cultura requería de algo fundamental: la renuncia pulsional. Esto no era así en la horda primitiva en donde el jefe disponía no sólo de las mujeres, sino que se imponía por la fuerza. Fue necesaria la instalación del tabú del incesto, la renuncia pulsional libidinal y la prohibición del asesinato, que fueron las normas fundantes de la cultura.

Análisis del video

En el video “Adam” la escena del hombrecito ladrando como un perro en cuatro patas, y la mano que señala el acto como algo inadecuado, nos lleva a pensar en el logro de la posición erecta y el establecimiento cultural de la renuncia pulsional.

Luego el personaje intenta taparse, convirtiendo a la tierra en una especie de envoltura. Quizás es un intento de restablecer las envolturas protectoras del útero materno, que intenta suplantar a través de las envolturas del entorno maternante luego del nacimiento. Esta cubierta debe tener la suficiente plasticidad como para permitir el paulatino despliegue de los movimientos hasta el logro de la propia autonomía. Sin embargo pueden aparecer dificultades cuando las envolturas son muy rígidas y no permiten el desarrollo de la singularidad. También puede suceder que sean demasiado laxas, que pierdan su cualidad de continencia y no provean el apuntalamiento necesario para el desarrollo.

En un comienzo el mundo es el mundo propio, en el que se despliega el autoerotismo, el placer en los propios movimientos. Adam está en el centro de la escena, el bebé es su “majestad”. Sus pulsiones se despliegan sin restricciones, se desbordan al no ser contenidas por el límite que ayuda al protagonista a frenar. Da a entender también que,  ante la total falta de inhibición, el resultado puede ser mortífero. El personaje percibe, poco a poco, que sus acciones producen efectos que recaen en él, como sucede al lanzar trozos de tierra que lo golpean.

La transmisión y los vínculos

Otro punto a destacar es el tema de la transmisión. Adam recorre el mundo con un pequeño paquete que lleva en el hombro, que se lo ofrece la mano que lo guía. Esto puede representar aquello que se recibe de las generaciones que nos preceden. Nos legan los ideales, los valores, los mandatos, las tradiciones, lo dicho y lo no dicho. El efecto de los secretos, que dificultan la transmisión y la elaboración de sucesos traumáticos, es particularmente lo más importante en el trabajo con las familias.

Durante su recorrido por el mundo, el protagonista descubre el espacio, reconoce a la mano y no quiere desprenderse de ella, entonces se angustia. Pero esto es el prolegómeno de la creación de otro vínculo. Es la sensación de desamparo renovada, la necesidad de un otro, lo que genera un espacio que puede acoger a un nuevo vínculo; a una pareja.

Hay una expectativa soñada acerca de la pareja, pero cuando se concreta existe una distancia entre lo que encuentra en la realidad y sus anhelos internos. Ambos integrantes de la pareja se confrontan con las evidentes diferencias que fractura ese mundo ideal imaginado. Es necesario un proceso para elaborar las diferencias y así poder construir a la pareja, para que sean dos vinculados, y trascender la lógica individual. Los conflictos surgen al trasladar al ámbito de lo intersubjetivo constelaciones intrasubjetivas. Esto ocurre cuando la representación del otro está sostenida por una especularidad narcisista que se manifiesta en técnicas de control y de poder, en el intento de sostener un solo punto de vista.

Sin embargo, siempre existe una discordancia entre el otro construido imaginariamente y aquel que habita en la realidad. Hay una parte que siempre será ajena. Es inevitable la presencia de conflictos que serán resueltos al dar lugar a interacciones de menor nivel de complejidad, promotoras de empobrecimiento y la exclusión o, en el mejor de los casos, a vínculos de mayor complejidad. Con vínculos más complejos el crecimiento será posible.

 

Fuentes: Kaës, René (1985) El grupo y el sujeto del grupo: Elementos para una teoría psicoanalítica de los grupos. Amorrortu.
Video “Peter Lord Adam 1991” en Youtube

 

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